Cuando se
entra a un recinto carcelario se ven y sienten un sinnúmero de irregularidades
a las que nos acostumbramos aquellas personas que tenemos la desdicha de tener
un familiar interno allí. Por ejemplo, las moscas, los olores nauseabundos, la
basura, las aguas putrefactas, las drogas, las armas. Sin embargo, el jueves 7
de junio quienes nos encontrábamos en la cola para entrar a la visita en el
Penal de Tocuyito, fuimos sorprendidas por un olor especialmente desagradable,
tan asqueante que nos hizo reaccionar de nuestro letargo y perenne sufrimiento.
Cuando buscamos la causa nos dimos cuenta de que provenía de una bolsa que
contenía unos 50 Kgs de carne, que estaban introduciendo al penal.
Es
decir, evidentemente, estaban entrando al recinto carcelario una gran cantidad
de carne en mal estado, y nadie preguntó a quien le iban a cocinar esa carne,
ya que si la estaban introduciendo y no sacando, quiere decir que era para el
consumo de alguien, y no para animales pues en Tocuyito no se crían animales.
Esta
situación demuestra que las autoridades del Tocuyito están comprando alimentos
en mal estado, que evidentemente nadie va a consumir, pues en este recinto cada
quien se procura su comida, además nadie se va a arriesgar a comer carne
podrida. De inmediato nos hacemos una pregunta ¿como habrá sido reflejada esta
compra en la contabilidad de la institución? Lógicamente como carne fresca a un
precio que no puede ser el mismo de carne putrefacta.
Todo
esto evidencia en primer lugar, que no hay el menor respeto por los privados de
libertad, segundo que allí no existe contraloría de ninguna clase, ya que
frente a nuestras narices, sin ningún pudor, se muestra a los familiares que
para nuestros hijos, hermanos y esposos en el Penal de Tocuyito se adquiere
comida en mal estado, y por último
que los directivos saben que las madres, hermanas y esposas estamos dominadas
por el miedo, ya que no protestamos en el momento mucho menos después.
Por
estas razones hacemos un llamado a la Ministra Iris Varela para que investigue
cómo se están gastando los recursos que se envían para la alimentación de los
privados de libertad del Penal de Tocuyito, y quien se está beneficiando de
esta evidente corrupción.